No me gustaría perder aquello que el bisabuelo de mi padre, escribió
a su mujer cuando falleció ella con tan solo 28 años, seguramente a
consecuencia del parto del último de sus tres hijos a tan solo 7 días de su
nacimiento.
Entre los
documentos que tengo una copia de dicho escrito y grapado a el existe una nota
escrita que pone;
Estos
poemas de nuestro bisabuelo Francisco Barón, que los dedico en 1841 a la muerte
de nuestra bisabuela Francisca, empezados a escribir en el primer aniversario
de su fallecimiento, el 13 de abril de 1840.
Parece
ser, según me contó mi padre que nuestro abuelo Miguel quedó huérfano en su
nacimiento, ya que como consecuencia murió doña Panchita. Le prohijaron unas
tías y estudio una carrera de entonces: ingeniero mecánico químico, creo.
Bueno esto es algo de
historia
que mi consuelo en la desgracia era
consagra el alma musa lastimera
y llanto amargo sobre tumba helada
de rima y de consonancia
hallarás con abundancia,
pero ni una ficción fría;
manifiesta el sentimiento
que dentro del pecho siento
por la que tanto quería
me arrebató de vida en primavera
LAMENTO
-
La
que tierna y cariñosa
mas
que a su vida me amaba,
la
que solicita esposa
mis
desgracias endulzaba...
¡Ya
murió!
La
que en mis enfermedades
me
asistía con esmero,
y
sus buenas cualidades
hacían
mi mal llevadero.
¡falleció!
La
que fue mi compañera
y
de mis hijos la madre,
la
que conmigo se uniera
cuidando
a su anciano Padre
¡Ya
murió!
La
que mi alma quería
y
hacia mi felicidad,
la
que conmigo partía
desgracia
y prosperidad.
¡falleció!
La
madre que con ternura
de
mis hijos cuidaría,
y
con cariño y dulzura
educación
les daría
¡Ya
murió!
La
que amable y pudorosa
era
el ángel de su esposo
y
entrego condorosa
su
corazón bondadoso.
¡falleció!
La
que a mis tiernos hijuelos
cuando
huérfanos se vieron,
consagraría
sus desvelos
para
que hombre de bien fueran
¡Ya
murió!
La
que al lado de mi lecho
y
en el último momento,
recogería
en su pecho
hasta
mi postrer aliento
¡falleció!
La
que cuando yo faltara
a
mis hijos hablaría,
del
padre que los amara
y
que tanto ella quería
¡Ya
murió!
La
que me hizo feliz
con
su grata compañía,
y
la que yo tanto quise
por
qué se lo merecía...
¡falleció!
La
que fue amiga excelente
e
hija respetuosa,
madre
tierna y diligente
y
amorosísima esposa
¡Ya
murió!
La
que mi consuelo era
la
que siempre llorare
la
que amándome muriera
y
la que no olvidare
¡falleció!
No hay comentarios:
Publicar un comentario