No
quiero olvidar a partir de ahora el porque mis padres llevaron sobre su hombro
un velo el día que se casaron.
Los WhatsApp
muy de moda hoy, se usan para muchísimas tonterías, pero esta vez mi hermana
Conchi nos envió por este medio, la historia del velo, contada por mi padre del
día que se casaron (16 de julio de 1958) en Zaragoza.
La velación
nupcial como se conoce esta practica ahora en auge y como se dice “a extinguir”,
toma su nombren del latín velatio, que es la acción de tapar con un velo. Es una
ceremonia religiosa católica y cubrían a los novios para que la pareja
recibiera la bendición, tanto para ellos como para sus descendientes, y viviesen
todos bajo el precepto de la fe cristiana y de esa manera alcanzasen la vida
eterna.
Los padrinos una vez terminaba la misa y cuando los esposos se arrodillaban, les colocaban el velo blanco a él por encima de los hombros y a ella cubriendole la cabeza, además y sobre el velo les ponían un yugo o banda (cordón) sobre los hombros de ambos como símbolo de respaldo a sus promesa. Y a continuación el sacerdote les daba la bendición.
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