Alguien se ha
parado alguna vez a pensar porque nuestro padre, siempre jugó al ajedrez, o mejor
dicho, jugó y sigue jugando al ajedrez. Toda esta información la saqué de un
libro escrito por el mismo, y titulado “una vida” en la que cuenta toda su vida, y por
ello voy a recordar, porque es un buen jugador de ajedrez.
Sus primeros
estudios en Madrid y por recomendación seguramente de un jesuita amigo de la
familia, ingresó en el colegio de “los Areneros”, su técnica de estudio en el
colegio merecería la pena escribirla, porque además de curiosa era de un gran
nivel. Durante su permanencia de este colegio, merece la pena contar su primera
partida con Arturo Pomar uno de los mejores jugadores a nivel nacional de
España, Arturo tenía un año menos que nuestro padre y a la vuelta de Londres después
de participar en los campeonatos de ajedrez de Europa y en la que quedó
tercero, al llegar al aeropuerto de Barajas, allí estaba nuestro padre a las tres de la tarde con
todos los niños de tercer curso y acompañados por los jesuitas, para recibirlo en honor de
multitudes y siendo grabado para la televisión en el NODO. Con tal motivo se celebró en el colegio unos campeonatos entre
niños de los primeros cursos y nuestro padre, que fue uno de los diez finalistas, fue
uno que de los que jugaron partidas simultáneas a ciegas con Pomar. Comenzó el
espectáculo, en el teatro del colegio, diez tableros en lo alto, en posición
vertical y numerados del 1 al 10, pero sin fichas, bajo ellos, aunque algo alejado,
otros diez tableros en mesas con sus correspondientes fichas. Pomar se colocó
sentado de espalda a los jugadores mirando a los tableros vacíos para jugar
todas las partidas con blancas y a la vez. Comenzó el juego diciendo su primera
jugada a todos los tableros, por ejemplo, P4R, a continuación, vuelve al primer
tablero, su adversario dice su contestación y la segunda jugada, después el
segundo tablero y así todos los demás hasta llegar al último tablero y empezar
nuevamente con el primero continuando los sucesivos movimientos. Así, sin ver
las fichas, jugó de memoria contra los diez adversarios y ganó las diez
partidas. La misma memoria tiene mi padre que se acuerda de todos los detalles.
![]() |
"El abuelo" Alberto jugando con su amigo |
![]() |
Imagen de pixabay.com |
Albert, su nieto jugando con Josep Maria |
No hay comentarios:
Publicar un comentario